Impacto social en la industria de la moda sostenible
Actualmente, nos encontramos en un momento en el que la sociedad es cada vez más consciente del impacto ambiental y social que generan nuestros hábitos de consumo, especialmente en el ámbito de la moda. Esta creciente preocupación por el consumo responsable ha impulsado la demanda de marcas que no solo busquen la rentabilidad, sino que también se enfoquen en minimizar su huella ambiental y contribuir de manera positiva al bienestar social.
El modelo de triple impacto
El modelo de triple impacto establece que las empresas deben medir su éxito no únicamente en términos de ganancias económicas, sino también considerando su impacto ambiental y social.
En el contexto de la moda sostenible, esto significa que las marcas deben evaluar no solo su rentabilidad, sino también cómo sus operaciones afectan al medio ambiente y a las comunidades en las que participan.
Las marcas de moda sostenible enfocadas en el impacto social adoptan distintas estrategias para asegurar que sus prácticas beneficien a las personas y comunidades vinculadas a su cadena de suministro:
Condiciones laborales justas
Cada vez son más las marcas comprometidas con garantizar condiciones de trabajo seguras y dignas en todas las etapas de la producción. Esto implica:
- El pago de salarios justos.
- La prohibición del trabajo infantil.
- La promoción de la igualdad de género en el entorno laboral.
Un ejemplo de ello es Attire The Studio, que transparenta los márgenes de cada prenda, mostrando de manera clara que los trabajadores en sus fábricas de Italia y Portugal operan en condiciones éticas y seguras.
Empoderamiento de comunidades locales
Algunas marcas trabajan directamente con comunidades locales, especialmente en países en desarrollo, para ofrecer oportunidades económicas y sociales.
Esto puede incluir:
El apoyo a cooperativas de artesanos.
Programas de capacitación en habilidades.
El acceso a recursos y mercados internacionales.
Por ejemplo, Hemper colabora con mujeres de comunidades en riesgo de exclusión social, mientras que la marca estadounidense Able tiene una plantilla en la que 96% de sus empleados son mujeres, promoviendo así su empoderamiento a través de la moda.
Transparencia y trazabilidad
La transparencia es clave para la moda sostenible. Muchas marcas informan abiertamente sobre:
- El origen de sus materias primas.
- Dónde se realiza la producción.
- Dónde se almacenan y distribuyen los productos.
Esto brinda a los consumidores información clara para tomar decisiones conscientes y asegura la trazabilidad de toda la cadena de suministro.
Un ejemplo destacado es Sepiia, que publica en su página web información detallada sobre el recorrido de cada prenda, desde su origen hasta su entrega final.
Conexión con la Agenda 2030
Estas prácticas están directamente relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. Las marcas de moda sostenible contribuyen a varios objetivos, entre ellos:
- ODS 1: Fin de la pobreza – Generando empleo digno y oportunidades en comunidades desfavorecidas, ayudando a reducir la desigualdad y la pobreza.
- ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico – Promoviendo condiciones laborales justas y el desarrollo económico inclusivo.
- ODS 12: Producción y consumo responsables – Fomentando modelos de producción y consumo sostenibles que prioricen el respeto al medio ambiente y a las personas.
- ODS 13: Acción por el clima – Reduciendo la huella ambiental mediante prácticas más sostenibles y ayudando a combatir el cambio climático.
Transformando la moda para un futuro justo
Las marcas de moda sostenible con impacto social están redefiniendo la forma de producir y consumir moda, liderando un cambio hacia un futuro más justo, equitativo y responsable.
Al adoptar el modelo de triple impacto y alinear sus esfuerzos con los ODS de la Agenda 2030, demuestran que la moda puede ser una fuerza transformadora, generando un impacto positivo que va mucho más allá de lo ambiental.